Ciudad del Este ‘embotellada’ por agua de baja calidad

En esta ciudad, un litro de agua embotellada puede costar más que un litro de nafta.

Cada vez son más los paraguayos que decidieron comprar agua embotellada para beber. Foto: Flickr / antonioviva

 

Si el Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez hubiera crecido en el asentamiento Santa Rosa de Ciudad del Este, su infancia hubiera estado fuertemente marcada por el mismo problema que, en efecto, sufrió en su pueblo, Aracataca: agua sucia, no bebible. Al igual que en aquel lejano municipio, Salud Pública no garantiza la potabilidad de lo que consume el 85 por ciento de la población esteña. El agua potable, lejos de ser considerado un derecho humano, se presenta como “milagro” embotellado, sólo al alcance de quienes tienen poder adquisitivo. Un litro de nafta puede costar lo mismo que un litro de agua mineral, en un país mundialmente conocido por sus recursos hídricos y por tener, dentro de su territorio, a una de las mayores reservas subterráneas de agua dulce en el mundo: el Acuífero Guaraní.

Tanto la directora de Salubridad e Higiene de la Municipalidad local, Fany Corvalán, como el director de la Décima Región Sanitaria, Miqueias Abreu, admiten que no existen estudios profundos al respecto de la potabilidad del agua que llega a las casas de Ciudad del Este, no se sabe cuántos pozos comunes, artesianos, y tubulares se han excavado, cuán cerca o lejos están de las cámaras sépticas o pozos ciegos. Incluso hay quienes no tienen acceso al agua en sus viviendas y viven de la caridad de los vecinos. Las Unidades de Salud Familiar atendieron 140.000 pacientes en lo que va del 2013 en Alto Paraná, siendo que el 40 por ciento llegó con problemas gastrointestinales por falta de acceso al agua potable. Hay proyectos para una amplia red de distribución del vital líquido en la Gobernación del Alto Paraná, la estatal ESSAP y el ministerio de Obras Públicas, pero aún no pasan de interesantes propuestas.

El Barrio San Antonio no tiene agua y la munipalidad les carga en tanques de las calles. Foto: G. Galeano/La Nación

Así como las autoridades, el escaso porcentaje de población que tiene acceso a una red de agua a través de ESSAP o Itaipú, duda de la potabilidad del líquido que sale de sus canillas y cada vez son más quienes decidieron comprar agua embotellada para beber. Las propias instituciones públicas tienen contrato con empresas proveedoras de agua. La Municipalidad de Ciudad del Este gasta más de 50 millones de guaraníes anuales en agua embotellada “Aguamanía”, incluso cuando recibe en sus canillas agua de ESSAP. El argumento oficial es que a veces el servicio de la estatal se corta y, tras las lluvias, suele salir agua turbia.

En la Décima Región Sanitaria, instalada en el barrio Santa Ana, el director Miqueias Abreu explica al Diario La Nación, que reciben agua de la red de Itaipú, pero el servicio se corta al mediodía y no saben la calidad del vital líquido. Por ello hicieron un acuerdo con “Aguamanía” y consumen agua en bidones.

En varios colegios privados también se decidió consumir agua mineral embotellada. Por ejemplo, en el Centro Educativo Internacional (CEI), el administrador, Fernando Mongelos, cuenta: “teníamos bebedores con proceso de filtración del agua de la canilla que recibimos de ESSAP, pero por falta de credibilidad en su calidad, optamos por comprar agua embotellada. Es por precaución, para precautelar la salud de nuestros alumnos”. En la institución, el agua de grifo se usa para limpieza y se compran mensualmente 45 a 50 bidones de 20 litros de la empresa “Las Piedras”.

Las mismas empresas privadas admiten que la venta de agua mineral embotellada en todos sus tamaños ha ido en aumento en los últimos cinco años. En la firma Playmat, que produce agua embotellada Hawaii, los cuadros comparativos realizado entre los años 2009 y 2013 hablan de un crecimiento sostenido en la venta de bidones de 20 litros, que son los que más se consumen en las empresas privadas, instituciones públicas y familias que optaron por asegurar la calidad del líquido que beben y ya no toman agua de grifo.

La nafta común cuesta menos que un litro de agua

Los precios del agua embotellada varían. Los bidones de 20 litros de agua mineralizada cuestan un promedio de 10.000 guaraníes, pero cuanto más pequeña la botella y más puro su contenido, más caro el vital líquido. Este diario comprobó que agua producida en el país puede costar lo mismo que la nafta, combustible derivado del petróleo que se importa de Venezuela y Brasil.

El 05 de noviembre, en una estación de servicios de Ciudad del Este, un litro de nafta común o económica costaba G.5.953; mientras que dos botellas de 500 ml, o sea, un litro de “agua de napa filtrada y desmineralizada” de la marca Seltz, Sin Sodio, tomada de la tierra guaraní y embotellada en Paraguay, G.6.000.

Costó unos guaraníes menos la nafta importada que el agua paraguaya, aún cuando Paraguay es conocido internacionalmente por la cantidad de recursos hídricos que posee.

“El agua es un derecho humano”

Para el ambientalista Víctor Benítez Insfrán, director del Programa de Biodiversidad de la organización Altervida, los recursos naturales de Alto Paraná, entre ellos el sistema de aguas subterráneas y superficiales, se encuentran en peligro. Esto debido a que el agua no se está considerando como un derecho humano, sino como una mercancía.

Benítez habló con preocupación de que “sacar y embotellar agua es un negocio” pero cuestionó también la “Ley De Promoción de la Inversión En Infraestructura Pública y Ampliación y Mejoramiento De Los Bienes y Servicios A Cargo Del Estado”, conocida como Ley de Alianza Público Privada (APP)”, promulgada por el Poder Ejecutivo en la primer semana de noviembre y que permite la inversión privada en el rubro de “provisión de agua potable y servicios de saneamiento y efluentes”, a través de la cual empresas podrían invertir en la instalación de aguateras que provean el vital líquido a las viviendas que no lo tienen.

“Con este criterio estaría en peligro todo nuestro sistema de aguas subterráneas y aguas superficiales y se va a beneficiar principalmente el sector privado, cuando en realidad el derecho al agua debe ser una política de Estado. Sacar y embotellar agua es un negocio. El agua no puede ser un servicio, es un derecho. Al ser un servicio, uno debe pagarlo, ya sea a las embotelladoras o a las aguaterías. Al ser un derecho, el Estado debe garantizar el acceso a agua potable para toda la comunidad, incluidos los sectores que no pueden pagar por ella. Una empresa privada tiene la intención de ganar plata; no se puede sustituir El estado por una empresa privada”, resumió el ambientalista.

Sin embargo, para Benítez Insfrán, una vez que el presidente de la República Horacio Cartes promulgó la Ley de APP, quedó patente que “el gobierno está viendo el acceso al agua como un negocio, como un servicio al que accederán los que tienen más facilidades económicas, cuando hay sectores que hoy, menos que nunca, van a poder acceder al agua mineral”. Por esta razón, el ambientalista calificó de “urgente” que se informe a la población de que el acceso al agua potable es un derecho de los ciudadanos y que la gente reclame ese derecho.

“Jamás vamos a suplantar al Estado”

Por su parte, el presidente de la Cámara Paraguaya de Agua Mineral (CAPAM), Ramiro Pangrazio, comentó que, en efecto, en los últimos años aumentó el consumo de agua embotellada en el país y alegó dos motivos. “Por un lado, debido a la deficiencia del Estado de proveer agua de calidad. Por el otro lado, hay más conciencia en la ciudadanía en cuanto al consumo de productos saludables, como las agua minerales naturales”. Como ejemplo de esto último mencionó que anteriormente en los colegios, los alumnos bebían gaseosas en un 80% y agua mineral en un 20%, mientras ahora el consumo del agua subió al 40%.

La CAPAM aglutina a unas 32 empresas de agua mineral en el país. Sin embargo, Pangrazio aseveró que en estas firmas privadas, “jamás les vamos a suplantar al Estado. Las aguateras privadas sí podrían hacerlo, pero ese es otro mundo. Nosotros vendemos agua embasada, no a granel, y nuestro mercado es la gente que tiene poder económico para acceder al agua embotellada”.

Vigilar siempre la etiqueta. Denunciar sospechas

Para las autoridades de salud y municipales consultadas para este trabajo, el agua embotellada es segura. Las empresas embotelladoras de agua están controladas por el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), que hace controles periódicos de la calidad del líquido que está a la venta, interviene y denuncia cuando encuentra irregularidades. A los consumidores se recomienda que al comprar, verifiquen que las botellas tengan los números del Registro de Establecimiento (RE) y el Registro Sanitario del Producto Alimenticio (RSPA).

En Ciudad del Este tienen planta de producción de agua potable embotellada, Millenium, Las Piedras, Watson´s, La Fuente, y Aguamanía. Aunque producen en otros municipios, también están autorizadas a distribuir botellones de agua en Ciudad del Este las empresas Hawaii y Las Gotas, según informes de la Municipalidad local.

Empero, el presidente de CAPAM, Ramiro Pangrazio, advirtió que existen empresas “fantasma”, que cargan agua de la canilla en bidones. Recordó que hace alrededor de un año y medio se detectó uno de estos casos en Ciudad del Este. Por ello recomendó a los consumidores que verifiquen siempre la etiqueta de las botellas de agua adquiridas y que, ante la menor sospecha, realicen la denuncia ante los órganos pertinentes.

Paralelamente, desde el gobierno departamental y nacional, desde hace años se anuncia la ejecución de un proyecto a través del cual crearía un sistema de red de agua potable y sistema sanitario para toda la población de los cuatro municipios cabecera del Alto Paraná, Ciudad del Este, Hernandarias, Minga Guazú y Presidente Franco. Ya en la ESSAP anunciaron que el plan demandará una inversión de 320 millones de dólares, pero no se establecieron aún plazos de ejecución ni está claro de dónde saldrán los fondos, pudiendo provenir de alguna entidad de financiación extranjera o del sector privado a través de la Ley APP, acorde admitió el gobernador Justo Zacarías.


Publicado en La Nación de Paraguay


*Este trabajo de investigación fue realizado por Mariana Ladaga en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas del International Center for Journalists (ICFJ) en alianza con CONNECTAS. Colaboraron además, Gustavo Galeano y Dolly Galeano, del Grupo Nación de Comunicaciones en Alto Paraná.

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