Los zares del etanol
Foto de Ammodramus. Cortesía de commons.wikimedia.org
Dos destacados empresarios dominan la industria del etanol en sus dos principales polos de producción: Patricia Woertz y Rubens Ometto. Ella es una estadounidense que ha sido considerada la tercera mujer más poderosa en el mundo de los negocios, y él un brasilero que es el número tres en la lista mundial de los billonarios de los negocios verdes.

Alianzas entre compañías productoras de etanol para lograr políticas a favor del biocombustible y peleas familiares para tomar el control de los negocios familiares asociados con el etanol, son parte de las historias detrás de la consolidación de los emporios del etanol.
Quince empresas productoras de etanol son las que tienen el reinado del etanol en las Américas. Esta es una de las conclusiones de la investigación del New England Center for Investigative Reporting y Connectas. Las 15 firmas se encuentran a la cabeza de una lista de 288 empresas en los principales mercados: Estados Unidos y Brasil; y en los mercados emergentes de Colombia y Perú.

Archer Daniels Midland (ADM) tiene el primer puesto de esta lista por lejos, con una capacidad de producción de 6.511 millones de litros al año en Estados Unidos. En Brasil, el otro gran polo de producción, el mayor productor de etanol es Copersucar con 4.800 millones de litros por año.

Les siguen en la dinastía Poet Biorefining y Valero Renewable Fuels en el Norte, así como Odebrecht Agroindustrial (ETH Bioenergia) y Raízen como número dos y tres en América Latina.

Los líderes de estos emporios tienen distintas historias.

En Estados Unidos Patricia Woertz, de 60 años, es la primera persona fuera de la familia Andreas en llevar las riendas del negocio que comenzó en 1902 como una empresa de trituración de semillas de George Archery John Daniels. Sus habilidades en el liderazgo de empresas la llevaron desde su actividad como contadora en 1974 a ocupar puestos estratégicos dentro de la industria. En 2006 llega a la cabeza de ADM una de las compañías más poderosas del mundo agrícola y la de mayor capacidad de producción de etanol.

Hoy es la presidenta de la junta directiva y su directora ejecutiva. Su compensación anual ronda los 10 millones de dólares, según Bloomberg Businessweek.

En 2012, Forbes la nombró como una de las 100 mujeres más poderosas del mundo. Ese mismo año, Fortune la ubicó como la sexta mujer más poderosa en el mundo de los negocios en Estados Unidos, rango en el que ha permanecido en los primeros 10 puestos desde el año 2000.

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Durante los sesenta Copersucar (Brasil) financió a Emerson Fittipaldi para la Fórmula 1.
No es amiga de dar entrevistas a los medios de comunicación, pero sí participa como oradora en eventos asociados con el liderazgo y el mundo empresarial. En una conversación que sostuvo con la decana de la escuela de gerencia de la Universidad de los Ángeles, California como parte de la serie Líderes sobre el liderazgo, (Leadersonleadership) indicó que en un esfuerzo por cambiar la cultura empresarial busca establecer el máximo de conexión personal con los trabajadores de ADM en 60 países. Para eso, dijo que además de mandarles mails y compartir blogs, pasa buena parte del tiempo visitando las filiales más grandes al menos una vez al año y haciendo un intento de visitar ocasionalmente las pequeñas.

Woertz también está pensando a escala global."Algunas veces los mercados emergentes, muchos en Asia y a veces en África, Europa del Este y el Medio Oriente pueden ser no convencionales, pero son los que están creciendo, donde las poblaciones están creciendo, las necesidades se están desarrollando. Es donde están algunos de los mejores mercados en el mundo", dice.

Algunos medios de comunicación sugirieron en 2006 que ADM admiraba las habilidades de liderazgo de Woertz así como su experiencia en Chevron, donde ascendió a la posición de presidenta de la división internacional y vicepresidenta ejecutiva de Chevron Texaco. Dijeron que otro factor que llevó al ascenso de Woertz fue el interés de la firma en posicionarse dentro del mercado del etanol, biocombustible que producía desde 1978.

En 2007 en una charla sobre energías alternativas en la Universidad de Los Ángeles, California dijo que"la pregunta ahora es qué tan grande puede ser la industria de los biocombustibles, qué tan rápido podemos llegar ahí y qué podría necesitarse para esto". Entonces se consideraba que productos como el etanol podían llegar a competir uno a uno en el mercado de los combustibles, por el aumento de la demanda de energía y la ubicación del petróleo en el volátil Medio Oriente. Esto en tiempos en los que el entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush, era un promotor entusiasta de los biocombustibles y que la industria incrementó su producción.

Sin embargo, 2012 fue un año amargo para la zarina del etanol. Tuvo que anunciar a principios de año un recorte de 1.000 puestos de trabajo en ADM y a mediados de año dar a conocer que las ganancias de la firma habían sido menos de lo esperado. Esto principalmente como resultado de la sequía en Estados Unidos, que afectó la producción de maíz y, en consecuencia, el negocio del etanol.

"Los resultados de las operaciones de procesamiento de maíz disminuyeron de 818 millones de dólares a 261 millones principalmente por los pobres márgenes del etanol", indicó la compañía en el reporte presentado ante la U.S Securities and Exchange Comission para el año fiscal que culminó el 30 de junio de 2012.

Zar latinoamericano
Al sur del continente, una de las figuras más destacadas del etanol es Rubens Ometto, que es dueño de parte de la empresa brasilera Cosan, pese a que las productoras brasileras de etanol Copersucar y Odebrecht Agroindustrial (antes conocida como ETH Bioenergia), tienen más capacidad de producción. Según Forbes, en marzo de 2013 el brasilero Ometto tenía una fortuna de 2.600 millones de dólares. La revista también lo catalogó como el tercer hombre más rico del mundo dentro los llamados negocios verdes. En este listado se encuentra por debajo del alemán Aloys Wobben, quien lidera el negocio de turbinas eólicas, y Elon Musk, quien lidera los negocios de carros eléctricos y sistemas solares.

La diferencia de Ometto con algunos de sus competidores es que su riqueza personal proviene principalmente de la industria del etanol y azúcar.

Copersucar, nació como una cooperativa y hoy la compañía está en manos de 48 ingenios socios que pertenecen a 25 conglomerados empresariales. Odebrecht Agroindustrial es uno más de los negocios de la firma con el mismo nombre, que nació como una empresa de ingeniería especializada en infraestructura y que ha diversificado su portafolio para incluir inversiones en energía, petróleo, gas y biocombustibles. Entró en el negocio del etanol en 2007 y desde entonces avanza a pasos agigantados por conquistar el primer lugar en Brasil.

Por su parte, la trayectoria de Ometto lo ha llevado a ser catalogado como el primer multimillonario del etanol. Después de conflictos con la familia, tomó el control de la empresa Cosan y en 2011 hizo una de las alianzas más fuertes dentro del mercado del etanol: se unió con la petrolera Shell para crear Raízen. En la clasificación hecha en este reportaje, ocupa el séptimo puesto en las Américas por su capacidad de producción.

Para los meses de julio, agosto y septiembre de 2012, Raízen Energía reportó que tuvo ganancias netas de 1.063 millones de dólares, con una baja de 15,7 por ciento en el mismo período del año anterior. En el reporte le atribuyen el declive al bajo precio del etanol en el mercado doméstico, entre otras razones.

Cosan fue creada en 1936, año en el que los abuelos de Ometto fundaron un ingenio en Piracicaba, ciudad donde él nació. Pero fue hasta 1975 que Cosan comenzó a interesarse en la producción de etanol, cuando Brasil inició el programa Proálcool, que promovió este biocombustible.

Ometto estudió ingeniería mecánica en Sao Paulo y a los 24 años se convirtió en el director financiero de Industrias Votorantim, compañía creada por el padre de su entonces novia y futura esposa. En este cargo estuvo entre 1973 y 1980 cuando se trasladó a Cosan tras varios pedidos de su tío, según reporta Forbes. Desde entonces asumió las riendas del negocio y tuvo un largo conflicto legal con la familia para ganar mayor control sobre la empresa, hasta que después de 10 años compró las acciones de sus familiares.

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El bajo precio de la gasolina en Brasil afectó a los productores de etanol en 2012.
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Patricia Woertz dirige la principal empresa productora de etanol en las Américas, Archer Daniels Midland.
Su poder empresarial también proviene de la industria azucarera en Brasil, un negocio que viene de tradición desde sus tatarabuelos que llegaron de Italia en el siglo diecinueve. En la época de la colonia, Portugal vio una oportunidad para cultivar caña en el territorio suramericano. En el siglo XVI esclavos de África fueron traídos exclusivamente para trabajar la tierra y producir azúcar. En ese momento, entre las clases sociales de la época, los llamados señores del ingenio estaban ligados con la clase alta y poderosa.

"El mercado del etanol es una montaña rusa", declaró Ometto a la revista Exame en mayo de 2012. De ahí que probablemente su brújula empresarial comienza a apuntar a otros horizontes. Ahora el multimillonario verde apunta al gas luego que en 2012 la producción del biocombustible en Brasil se vio afectada por el precio de la gasolina y del azúcar.

Cosan no es la única que se ha visto afectada. BiosevBioenergia (Dreyfus), Odebrecht Agroindustrial, Bunge y la Cooperativa de Productores de Caña de Azúcar y Alcohol del estado de Sao Paulo (Copersucar), las otras cuatro empresas brasileras del listado de las 15 más grandes de las Américas también.

En noviembre de 2012, Pedro Parente, presidente de Bunge Brasil, reclamó en el debate Exame Fórum de Sao Paulo al ministro de Hacienda, Guido Mantega, tomar con seriedad la crisis que afectaba la producción de etanol. Para él las decisiones tomadas con respecto a los precios bajos de la gasolina pusieron trabas a la producción de etanol y solicitó que el tema volviese a ser prioridad. Antes de unirse a Bunge, Parente tuvo varios cargos públicos, incluyendo el de Ministro de Planificación durante la administración del presidente Fernando Cardoso.

Otra compañía que experimentó dificultades es Biosev Bioenergia, que pertenece al grupo francés Louis Dreyfus Commodities. En junio de 2012 la compañía en su informe interino reportó pérdidas debido a "la caída de la cosecha entre 2011 y 2012 relacionada con el clima y un consecuente decrecimiento en la producción".

Igual la corona de Brasil se la lleva Copersucar con ingresos netos de aproximadamente 5.410 millones de dólares para la cosecha 2011 - 2012, de los cuales 41 por ciento corresponden al mercado del etanol.

Bajo el mando de Jorge Wolney Atalla, fue la financista de Emerson Fittipaldi para la Fórmula Uno en los setenta. Copersucar es también una de las herederas de los poderosos del azúcar de antaño. Esta firma que lidera la venta de azúcar y etanol en Brasil, comenzó como una cooperativa que agrupaba a los principales productores de azúcar y que tenía relación directa con el presidente del país, logrando políticas públicas a su favor.

"La campaña por ampliar los intereses de Copersucar más allá de la industria azucarera brasileña fue liderada por el conocido presidente de la cooperativa, Jorge Wolney Atalla. Luego de asumir la presidencia –de Copersucar- en 1968 y seguir una campaña exitosa por incrementar la producción de alcohol en la crisis de sobreproducción de 1966 y 1967, Atalla convirtió a Copersucar en una de las más grandes corporaciones de América Latina", reseña Michael Barzelag en su libro The Politicized Market Economy. Ocho años después comenzó el programa bandera de etanol en Brasil.

Los otros gigantes del norte
En el caso del maíz -materia prima del etanol en Estados Unidos-, la primera planta dedicada a la producción de almidón de maíz en el mundo, comenzó a funcionar en Estados Unidos en 1844. Es el país con mayor producción y exportación de maíz. Aproximadamente 40 por ciento de la cosecha de maíz es utilizada para producir etanol. Por eso es que la economía mundial del maíz está vinculada también con la producción de etanol.

La política agrícola y bioenergética en Estados Unidos está ligada con el cinturón del maíz, que abarca los estados Illinois, Iowa, Indiana, Michigan, Nebraska, Kansas, Minnesota y Missouri. 28 por ciento de la industria del etanol en Estados Unidos está concentrada en Iowa. Las otras firmas que en ese país lideran el mercado del Etanol tras ADM son Poet Biorefining, Valero Renewable Fuels, Green Plains Renewable Energy, Aventine Renewable Energy, Flint Hills Resources, Abengo a Bioenergy (de origen español pero con plantas productoras en Estados Unidos y Brasil), Big River Resources, The Andersons Ethanol y Cargill.

Las dificultades de 2012 no fueron ajenas a estas compañías. Valero Energy, creada en 1980 y Aventine, en 1981, a cargo de William Klesse y John Castle, respectivamente, también fueron resultado de la política del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Entre las dos tienen la capacidad de producir más de 5.826 millones de litros de etanol al año, según registra la Renewable Fuels Association.

Sin embargo, Valero Energy anunció en junio el cierre temporal de dos de sus plantas y tuvo pérdidas en el negocio del etanol el último año, mientras que Aventine en el primer reporte trimestral de 2012 presentado a la Securities and Exchange Comission, indicó que: "no podemos asegurar que con los montos de efectivo que disponemos para operaciones junto con el Nuevo Fondo Rotatorio, haya suficiente para financiar nuestras operaciones".

De los años ochenta, data también la segunda firma en el reinado mundial del etanol: Poet Biorefining, con una capacidad de producción de 6.166 millones de litros al año. Esta firma comenzó en 1983 como un negocio familiar de los Broin en una granja en Wanamigo, Minessotta. Era conocida entonces como Broin Companies. Cuatro años después, en 1987, compraron su primera planta de etanol en Dakota del Sur, quedando desde ese momento en el negocio.

Foto de Mario Roberto Duran Ortiz. Cortesía de commons.wikimedia.org
Asociaciones de productores de caña de azúcar representan a los industriales del etanol en América Latina.
Foto de Allan Ferguson. Cortesía de commons.wikimedia.org
Valero Energy anunció pérdidas en el negocio de etanol en 2012 a raíz de la sequía en Estados Unidos.
La firma estuvo hasta 2006 a cargo de los tres hermanos Broin. Ese año, uno de ellos, quien lideraba la empresa desde los 22 años cuando comenzó como gerente general de la planta de etanol Scotland, compró las acciones de sus hermanos. Compartiendo con alrededor de 10 mil agricultores que tienen acciones en la empresa, Jeff Broin quedó con el control y en 2007 la empresa cambió de nombre a Poet, cambio que el empresario vendió como un nuevo capítulo en el mundo de la bio-refinación.

Jeff Broin, que quedó como presidente de la junta directiva de Poet en 2012 cuando dejó la gerencia general, también ha ocupado cargos en asociaciones de productores de biocombustibles como Growth Energy y el American Council on Renewable Energy (ACORE), que buscan consolidar a la industria del etanol respaldando y promoviendo iniciativas y políticas favorables para la misma.

Otra familia que también resalta dentro del mundo del etanol es la Koch. Flint Hills Resources esdécima en el ranking y subsidiaria de Koch Industries, dirigida por los hermanos David y Charles Koch.

Koch Industries fue creada en 1940 y en 2012 tuvo ganancias de 115 mil millones de dólares entre los distintos negocios que tiene como conglomerado empresarial. Es una de las compañías privadas más grandes de Estados Unidos según Forbes.

Los Koch tienen una historia de una disputa familiar por hacerse cargo de la empresa. La batalla dividió a cuatro hermanos en dos bandos y concluyó con la venta de las acciones de Bill y Fred a David y Charles Koch, que hoy son conocidos como los hermanos más ricos de Estados Unidos con 31 billones de dólares cada uno, en el cuarto puesto del ranking de multimillonarios, sólo por debajo de Bill Gates, Warren Buffet y Larry Edison. También se encuentran en el puesto 41 de la lista Forbes de 2012 entre los más poderosos del mundo.

Formados en el Massachussetts Institute of Technology (MIT), Charles y David Koch se han ganado la fama por su interés en influir en el mundo político. Tienen tradición de apoyar a los candidatos republicanos y en las últimas elecciones presidenciales invirtieron sustancialmente en la campaña del candidato republicano Mitt Romney. Antes de eso, fue conocida su batalla pública con el actual presidente Barack Obama, a quien han criticado abiertamente por sus distintas políticas, incluyendo su política bioenergética.

Más allá de las disputas políticas, a los hermanos les gustan las apuestas arriesgadas en el mundo de los negocios. "Jugar seguro es un lento suicidio", declaró Charles Koch a Forbes. Con esa filosofía lograron crear un negocio muy exitoso. Sin embargo, es una firma a la que los ambientalistas le han puesto el ojo. En 2012 Koch Industries ocupó en la lista del Political Economy Research Institute.el puesto número cinco entre las 100 compañías que más contaminan el aire en Estados Unidos.

Zares emergentes
En Colombia y Perú el negocio del etanol también tiene sus zares. La industria en esos dos países comenzó después que en Brasil y Estados Unidos.

La historia de Colombia empezó en 1864, cuando Santiago Eder compró unas tierras en el municipio de Palmira. Se convirtió entonces en uno de los pioneros en el negocio del azúcar y en uno de los industriales más importantes del siglo XIX de Colombia, constituyendo el Grupo Manuelita. 142 años después –en 2006- sus herederos iniciaron el negocio del etanol, a cargo hoy de Harold Eder.

Otra familia que también lidera la industria del etanol en Colombia es la Lülle. Con participación en los ingenios Providencia y Risaralda Ardila Lülle es el principal productor del biocombustible del país. Además de estar vinculado al negocio del azúcar, es dueño de negocios textiles y de la cadena de radio y televisión RCN.

En Perú, el negocio lo encabeza el grupo Romero, conglomerado familiar que es considerado el segundo más grande y el más influyente de ese país. Entre sus empresas se encuentran: el Banco de Crédito del Perú, el grupo Palmas de Espino y su subsidiaria, Sucroalcolera del Chira, que fue la que comenzó la historia del etanol en el país en 2008.

El crecimiento de la industria en el tiempo ha estado acompañado por el crecimiento de asociaciones de empresarios, que se han unido para convertirse en una fuerza poderosa de cabildeo en espacios como el congreso de Estados Unidos. Renewable Fuels Association y Growth Energy en Estados Unidos; y la Unión de la Industria de Caña de Azúcar (União da Indústria de Cana-de-Açúcar – Unica) y la Unión de Productores de Biocombustibles en Brasil, son algunas de ellas.

En Colombia lideran en el sector Asocaña y Fedebiocombustibles, así como en Perú la Asociación Peruana de Productores de Biocombustibles

Estas alianzas, se han convertido también en sociedades transnacionales. Desde que el impuesto al etanol importado a Estados Unidos expiró a finales de 2011, las empresas comenzaron a hacer adquisiciones transnacionales para crecer y mantenerse en el negocio. En noviembre de 2012 Copersucar de Brasil anunció la compra de Eco Energy en Estados Unidos para convertirse en el mayor comerciante de etanol en el mundo con 12 por ciento del mercado global del biocombustible, según declaró a los medios el director de la firma.

Más allá de trascender las fronteras, los zares del etanol luchan por conservar su corona al tiempo que comienzan a explorar otras opciones distintas al biocombustible, para reducir su vulnerabilidad a las sorpresas que les pueda deparar en el futuro el mercado del etanol.