Formas de redefinir el poder en Colombia

Solo el 16% de cargos de elección popular en Colombia son ocupados por mujeres. Cuatro congresistas hablan sobre los retos y proyecciones para mejorar las condiciones necesarias para que más mujeres puedan aspirar a cargos de poder en el país Texto: Teresita Goyeneche, 7 de Marzo de 2017

En la tarde de un día cualquiera, la Representante Ángela Robledo prepara la Audiencia Pública “Reconociendo el aporte económico y de cuidado de las mujeres colombianas”, en su despacho del Congreso de la República. Será presentada el próximo 8 de marzo en ese edificio. A esa misma hora, pero más al norte de la ciudad, la Senadora Paloma Valencia amamanta a su recién nacida, mientras discute al teléfono algunas decisiones que ha tomado su partido (el Centro Democrático) durante sus días de licencia de maternidad.

En otro punto de Bogotá está Sofía Gaviria, senadora del partido Liberal, quien calma los antojos de sus cuatro meses de embarazo con una tartaleta de chocolate, en medio de las varias reuniones que exige su agenda cotidiana. Y luego está Claudia López, quien desde hace más de un mes sólo puede pasar unas cuantas horas a la semana en Bogotá, porque está dedicada a recoger las firmas para legitimar la Consulta Anticorrupción que espera se realice en las próximas elecciones.

Las cuatro, desde sus múltiples y diversas miradas del servicio público, responden a lo que la filósofa y politóloga belga, Chantal Mouffe, define como: “la persecución de las metas y aspiraciones feministas dentro del contexto de una amplia articulación de demandas… una lucha contra las múltiples formas en que la categoría “mujer” se construye como subordinación”.

En Colombia, donde se sancionaron varias de las leyes más avanzadas en temas de género de la región, como las tres excepciones en las cuales una mujer puede abortar -de 2006-, la ley de violencia contra la mujer -de 2008-, la ley de paridad -de 2011-, la tipificación del feminicidio –de 2015- o el aumento de la licencia de maternidad para seguir con los parámetros ideales establecidos por la Organización Mundial de la Salud, el Congreso sigue siendo uno de los menos femeninos de la región, con solo un 20% de participación de mujeres.

Estas cuatro funcionarias están de acuerdo en que para las mujeres hay obstáculos especiales para llegar al Congreso como la falta de apoyos económicos, la alienación de maquinarias políticas de tradición patriarcal, la falta de acciones positivas al interior de los partidos, los sacrificios que el rol tradicional de mujer le exige a una madre de familia y la homofobia en el caso particular de la senadora López.

Mujeres y Poder Cortesía de: Paloma Valencia

Para Valencia, quien recientemente recibió la oferta de su partido para ser pre-candidata presidencial, hay una barrera cultural que le hace especialmente difícil a las mujeres aspirar a roles de liderazgo político. Para ella, su gestión en el Senado ha sido evaluada desde sus rasgos físicos y personales, más que por las decisiones que toma en función de su cargo. “Yo genero tendencia por lo que digo, por lo que no digo, porque me peiné, o porque no lo hice. Incluso, traté de proteger a la bebé de todo esto, pero no lo logré. Ya le hicieron “bullying” por su nombre – Amapola -. También fue tendencia cuando dije que había que flexibilizar la licencia de maternidad. Me atacaron por ser una mala madre. Esto es un tema interesante de ver en clave de género”.

Consideraciones parecidas tiene Gaviria, quien señala que “si eres joven, si eres medianamente guapa y si te cuidas un poco, ya hay tres elementos que te descalifican. En todos los ámbitos profesionales a todas las mujeres nos ha tocado comenzar de cero y demostrar que somos buenas. En cambio, a los hombres les toca empezar en diez y demostrar que son malos.”

Mujeres y Poder Cortesía de: Sofía Gaviria

Sobre esto existen diversos estudios dentro de los que se destacan los de la economista Ximena Peña, que, aunque recalcó en 2013 el aumento de la participación de la mujer en el mercado laboral, también concluyó en un estudio en equipo con Alejandro Bernal, que la brecha salarial en el país entre hombres y mujeres es del 14%. Cifra que aumenta dentro del grupo de personas con salarios muy bajos, donde la brecha es del 40%; y en un 45% dentro del grupo con salarios más altos. Según el Foro Económico Mundial, Colombia se encuentra en el puesto número 39 en el índice de brecha de genero global, siendo 1 el más equitativo.

“Yo soy madre y abuela de dos nietas hermosísimas”, cuenta Robledo. “Mis hijos, Sebastián y Simón, siempre fueron muy generosos frente a la tarea que he hecho. He estado en cargos directivos y he sido una trabajadora incansable. He podido recrear mi mundo político con mi mundo doméstico, pero esto no le pasa a muchas mujeres y esta división tan tajante que heredamos de la idea de que los hombres eran los productores y las mujeres las reproductoras, la idea de la sociedad industrial, lo cargamos las mujeres como un enorme obstáculo para hacer política. Por eso el interés en la economía del cuidado”.

Mujeres y Poder Cortesía de: Angela Robledo

Por economía del cuidado se refiere a la propuesta que hizo la ex congresista Cecilia López Montaño, de darle retribución económica a las personas que se encarguen del cuidado de su hogar. Para esto, estableció que se debía medir el impacto en el Producto Interno Bruto del país de las labores domésticas y reproductivas, identificando que, por ejemplo, en 2013, la cifra fue de 19,4%. Más que las contribuciones de las exportaciones durante ese mismo año, 16,3%. Las retribuciones económicas aún no se aprueban, pero el informe y actividades de sensibilización se presentan y realizan todos los años.

Algo en lo que están de acuerdo las cuatro congresistas es en que no se necesitan más mujeres en el Congreso, se necesitan mujeres y también hombres con perspectiva y agendas inclusivas. En palabras de la Senadora López: “Yo me siento en un Congreso donde, sí claro, el 23% son mujeres… pero, la mitad de esas mujeres son herederas de los maridos, hermanos o esposos que fueron condenados por algo, por corrupción, Parapolítica, Narco política, el 8000 o algo. Obviamente que yo quisiera que la mitad de las mujeres que están en el Congreso no fueran herederas de la mafia… pero este Congreso que tiene esa particularidad va a aprobar los principios de Universalidad, Paridad y Alternancia*.

Reitero entonces que la participación política de la mujer en Colombia aún es muy baja. Actualmente sólo el 16% de las mujeres logran cargos de elección popular. En las elecciones a nivel nacional, el porcentaje de mujeres elegidas al Senado son el 23% y a la Cámara de Representantes el 19%. Todavía no cumplimos con la paridad y si no hacemos nada nos va a tomar un largo tiempo para poder alcanzarla. A nivel nacional tendríamos que esperar 20 años (2034) para llegar al 51% de mujeres electas en las curules del Senado, y 16 años (2030) para llegar al 48% de mujeres electas en la Cámara de Representantes”.

Mujeres y Poder Cortesía de: Claudia López

Uno de los temas fundamentales para poder alcanzar la igualdad de condiciones, no solo para ocupar cargos de poder, sino para participar activamente en mundo laboral, es reevaluar las políticas relacionadas con la maternidad. Aunque en enero de este año se amplió el tiempo de la licencia de maternidad en el país, se sigue descargando el compromiso del cuidado exclusivamente a la madre. Los padres solo tienen 8 días de licencia para recibir a sus hijos recién nacidos.

“Si nosotros no evolucionamos en la visión de que las leyes de maternidad deben incluir también las de la paternidad, hay un retroceso. Eso puede generar el fortalecimiento de la discriminación laboral porque a la hora de contratar a dos mujeres en época de reproducción contra dos hombres de la misma edad, pensar que uno de tus empleados podría faltar por cuatro meses y medio, es un factor determinante. Especialmente si eres una empresa pequeña o mediana. Pero si tú haces una ley que comparta la responsabilidad, ese peso económico se reparte”, señala Gaviria.

Según Alejandra Coll, abogada fellow de la organización de litigio estratégico, Women’s Link, en Colombia “el Estado tiene la obligación de crear cultura ciudadana a través del ejecutivo. Aunque tener más mujeres en el Congreso es importante y es una lucha que hay que seguir teniendo para fomentar la participación paritaria, no hay necesidad de crear más leyes. Además, tenemos que pensar que también hay un rol de los congresistas que es verificar el cumplimiento de las leyes, por eso es importante que haya mujeres para que llamen a control político”.

El tema de género en Colombia sigue avanzando, pero va lento y hay tareas pendientes en la ejecución de varios de los puntos de las leyes ya aprobadas. No en vano fueron los objetivos relacionados con la mujer los únicos que el país no pudo cumplir dentro de los Objetivos del Milenio que caducaron en 2015. Como señaló Robledo, “Aquí hay un movimiento de mujeres enorme, a veces potenciado y a veces dividido, que ha logrado hacer la tarea -con alianzas muy interesantes- de hacer leyes que parecen imposibles en otro mundo. Ese el realismo mágico en el que vivimos, somos las Ursula Iguarán contra todo y ahí estamos resistiendo, persistiendo, trabajando”.

PARIDAD, ALTERNANCIA Y UNIVERSALIDAD
Objetivo Qué proponemos
En la inscripción de candidatos y candidatas En las elecciones de 2018 y 2019 las listas estarán integradas por ambos géneros (universalidad) y no podrán existir dos personas del mismo género de manera consecutiva (alternancia). Las listas estarán conformadas por mínimo 30% de personas de un mismo género.
En las elecciones de 2022 y 2023 se aplicarán los principios de universalidad y alternancia. Las listas estarán conformadas por mínimo de 40% de personas de un mismo género.
A partir de 2026 todas las circunscripciones y listas para corporaciones públicas y las que se sometan a consulta se conformarán de manera paritaria e intercalada entre géneros.
Al interior de los partidos y movimientos políticos En las direcciones nacionales, departamentales y municipales y en órganos de dirección, gobierno y administración se cumplirá con los principios de paridad y universalidad.
Al interior de las Ramas del Poder Público, los órganos que las integran y los órganos autónomos e independientes Los cargos de máximo nivel decisorio y otros cargos de niveles decisorio estarán conformados de forma paritaria entre géneros.
Desde el año 2022 todos los cargos de máximo nivel decisorio y otros cargos de niveles decisorio estarán conformados como mínimo en un 40% por mujeres. A partir del año 2026 todos los cargos de máximo nivel decisorio y otros cargos se conformarán de forma paritaria entre géneros.
Los procesos de convocatoria estarán diseñados para asegurar el cumplimiento de los principios de paridad, alternancia y universalidad en la participación de las mujeres dentro de las listas. Cuando la composición de la corporación para la cual se está haciendo la convocatoria incluya menos del 50% de un género, la convocatoria deberá hacerse exclusivamente del género opuesto.

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