Tala clandestina, problema en zonas forestales de Hidalgo

La continua tala y la falta de controles estatales amenazan día tras día las zonas boscosas de Hidalgo, México. Los lugareños temen que ante la falta de planes de reforestación inmediatos, los bosques se conviertan a mediano plazo en imágenes del pasado.

Los permisos sin control para los aprovechamientos forestales y las talas clandestinas tienen en jaque los bosques de Hidalgo. Flickr: Christian Ostrosky.

La continua tala y la falta de controles estatales amenazan día tras día las zonas boscosas de Hidalgo, México. Los lugareños temen que ante la falta de planes de reforestación inmediatos, los bosques se conviertan a mediano plazo en imágenes del pasado.

Saqueo a terrenos forestales, crecimiento demográfico, falta de conciencia ambiental e inoperancia de autoridades son los principales factores para que la tala inmoderada continúe en las zonas boscosas de Hidalgo.

De acuerdo con el Programa estatal forestal 2011-2016, la superficie forestal de la entidad corresponde a 817 mil 600 hectáreas, de las cuales 56 por ciento es bosque (el resto, zonas áridas y otras formaciones). De acuerdo con el documento, cada año se pierden 10 mil hectáreas y solo 5 mil 143 son reforestadas en el mismo periodo, es decir, existe déficit de 50 por ciento en restauración de suelos.

Según el programa de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo, existen 17 viveros en el estado que producen 6 millones de árboles, por lo que hay déficit de 4 millones de árboles en producción.

Las zonas críticas de tala clandestina son Acaxochitlán, Agua Blanca y Singuilucan, las cuales pertenecen a una de las cinco unidades de manejo forestal (Umafor) 1303, con 564 mil 997 hectáreas, abarcando la zona de Tulancingo y región Otomí-Tepehua. Mario Viornery Mendoza, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Hidalgo, confirmó que en la entidad estas tres zonas son prioritarias por tener más recursos forestales y en consecuencia, padecer la tala clandestina.

Amplio territorio forestal, pocos inspectores de vigilancia

Viornery Mendoza mencionó que la dependencia federal intensificó los trabajos de revisión y supervisión en esas zonas para combatir la tala clandestina, sin embargo son insuficientes, ya que se realizan cada semana con apoyo de policías municipales, federales y el Ejército. Sin embargo Profepa solo tiene 10 inspectores, “sin duda, necesitamos mayor capacidad para dar mejor resultado; hacemos nuestro mejor esfuerzo con nuestras posibilidades de trabajo”, dijo el funcionario.

Además, reveló que según cifras del sector forestal, en Hidalgo se deforesta una superficie de 2 mil 500 a 3 mil hectáreas anuales debido al cambio de uso de suelo, tala clandestina e incendios forestales. El funcionario federal manifestó que la dependencia reforzará las acciones para combatir la tala ilegal, asistiendo con frecuencia a los aserraderos y continuarán los operativos carreteros para observar que vehículos con madera tengan las autorizaciones correspondientes.

Habitantes denuncian falta de supervisión de Profepa en terrenos de Zacacuatlua porque la tala continúa y en ninguna zona se observan procesos de reforestación.

Zacacuatlua, un grito de ayuda para evitar la pérdida de bosques

Con 14 años de lucha contra la tala inmoderada, la cooperativa El Ocotenco en la comunidad Zacacuautla continúa la exigencia a autoridades municipales, estatales y federales para detener esa problemática ya que más de 70 por ciento del bosque se perdió en su localidad. Filiberta Nevado Templos, José Trinidad Templos, Tomás Templos Canales, Abel Chávez Vargas y Karen Templos, integrantes de la instancia que cuenta con más de 100 afiliados, mencionaron que la tala clandestina es un problema constante porque los mismos dueños o extraños arrasan con los bosques.

La mayor preocupación para las y los habitantes de Zacacuautla, Acaxochitlán, uno de los tres municipios de la entidad con mayor presencia de tala, es que en esa zona existe un manantial que abastece a la comunidad y están conscientes que si los bosques desaparecen también lo hará el cuerpo de agua. “Somos un grupo pequeño en defensa del monte, entonces debemos cuidarlo y ver que no se acabe; hay personas que piensan que no terminará”, mencionó el panadero Tomás Templos.

Explicaron que desde hace más de tres años existe un proyecto de gobierno estatal para ampliar la red de agua potable, el cual incluye una planta tratadora, renovación y ampliación. Hasta la fecha, explicaron, solo la extendieron a la comunidad del Tecorral; sin embargo, su reclamo es que en esa localidad la mayoría de la población tala árboles como algo normal. “El monte es talado clandestinamente, entonces cómo se sustentará el manantial para que abastezca a todos; hablamos de 40 mil litros diarios, más de la que hoy extraen”, señaló Filiberta Nevados.

El grupo inició la defensa del bosque en 2000, cuando la familia Canales Templos deforestaba ejidos del lugar de manera constante e ininterrumpida, por lo que habitantes conformaron El Ocotenco en abril de 2007.

Tres hectáreas taladas clandestinamente

Durante recorrido por la zona en mayo pasado, pobladores mostraron a El Independiente de Hidalgo una tala de 25 árboles con más de 150 años, hecha a principios de 2014 en la propiedad Las Delicias, equivalente a tres hectáreas. Los habitantes relataron que un grupo de hombres llegó por la noche, derribó árboles y abandonó las plantas; los ciudadanos denunciaron los hechos y autoridades municipales comprometieron resguardar la zona; sin embargo días después, los denunciantes observaron que se llevaron el recurso forestal.

Comentaron que el terreno del cuerpo de agua está dividido en dos: Altamira y Las Delicias con 55 hectáreas; hasta 2013 contaba con permiso de aprovechamiento forestal emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal, otorgado en 2006, suspendido el año pasado por un juicio sobre la tenencia de la propiedad.

Los vecinos del lugar relataron que aun cuando ese predio ya no cuenta con permiso para aprovechamiento, todavía es saqueado clandestinamente a pesar de tener restringido el acceso con zaguanes altos y plumas para impedir que ingresen autos. Estos aparentan tener cadena, no obstante en el recorrido este diario observó que el candado está cerrado pero no impide que el pasador corra, por lo que cualquiera puede abrir el zaguán, entrar y salir a cualquier hora del día. La sospecha de los vecinos es que el dueño del terreno, que hasta 2013 aún era Pedro Canales, sigue saqueando la zona forestal pero aparentando supuestos robos, ya que habitantes de los alrededores aseguran verlo con los hombres que talan; además, a pesar de los saqueos el supuesto afectado no interpone la denuncia correspondiente.

Crecimiento demográfico, principal factor de deforestación: investigador

Alfonso Suárez Islas, profesor investigador del Instituto de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), señaló que en Acaxochitlán las zonas con degradación del bosque derivan de problemas sociales relacionados con dos factores: el crecimiento demográfico y el cambio de uso de suelo para producir alimentos. “Existe un problema de saqueo, la población corta árboles, pero no los propios, sino los ajenos en las comunidades vecinas, esa es su estrategia de supervivencia.” El problema, dijo, ocurre en comunidades con gran explosión demográfica que ya no tienen terrenos; tienen la necesidad de subsistir y lo hacen mediante el saqueo de madera para elaborar muebles artesanales.

El investigador realizó un estudio en 2005 titulado “Evaluación de la degradación de los ecosistemas forestales en las regiones II y XIII del estado de Hidalgo y selección de especies para su restauración”, con financiamiento del PII04 UAEH, fondo extraordinario que tuvo la universidad. El artículo fue publicado en la revista francesa Bois et Forêts des Tropiques, el cual contempla a los municipios Tenango, Acaxochitlán, Metepec, Santiago Tulantepec y Cuautepec. En dicho estudio enlistó las principales causas de degradación en comunidades de esos municipios; en el caso de Acaxochitlán sobresalen las localidades Santiago Tepepa, Los Reyes, Apapaxtla, San Miguel de Rescate, La Mesa y Tlamimilolpan.

“Los recursos naturales en estos últimos 20 años están sujetos a una mayor presión, tanto de las zonas urbanas como en las rurales. Las ciudades crecieron, los pueblos cambian el uso de suelo, transforman de bosque a áreas urbanas, agrícolas y pecuarias.”

En 10 años, 896 permisos de aprovechamiento forestal

Federico Vera Copca, delegado de Semarnat en Hidalgo, informó que en los dos últimos años (2013 y 2014) la dependencia otorgó alrededor de 179 autorizaciones, equivalentes a 5 mil 487 hectáreas; “el año pasado fueron 150, este año llevamos 19 permisos hasta el pasado abril”.

Durante 10 años (2004-2014), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) federal otorgó 896 registros lo que suma superficie aproximada de 50 mil 916 hectáreas. Los municipios con mayor número de autorizaciones son la región de Tulancingo que abarca Almoloya, Cuautepec, Santiago Tulantepec, Singuilucan, Acaxochitlán, Metepec, parte de Tenango, Agua Blanca; la zona de Omitlán, Huasca, Mineral del Monte; y la región de Zacualtipán y Metzquititlán. Comentó que para otorgar los aprovechamientos forestales, todos los criterios están basados en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.

Para ello, los interesados deben acreditar la legal posesión de los terrenos y elaborar un programa de manejo forestal por medio de un técnico especialista, quien debe contar con registro forestal nacional. Según el funcionario federal, cuando cumplen esos requisitos, la dependencia evalúa los aprovechamientos y luego de revisar las partes legal y técnica, son sometidos al consejo forestal estatal que sesiona mensualmente. Este grupo está integrado por la Semarnat estatal y federal, Profepa, Conafor, Sagarpa, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestal, Agrícolas y Pecuarias, la UAEH, organizaciones forestales como productores y técnicos; “el aprovechamiento forestal no es una decisión exclusiva de la secretaría, hay un grupo colegiado que opina y también nos observa”.

La superficie forestal de Hidalgo es de 817 mil 600 hectáreas, de las cuales 69 mil están incorporadas al aprovechamiento forestal, es decir, cuentan con permiso de utilización de bosques expedido por Semarnat federal.

*Este reportaje fue realizado por Lourdes S. Naranjo para El Independiente de Hidalgo, en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas del International Center for Journalists (ICFJ) en alianza con CONNECTAS.

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