Una fábrica de dinero llamada Sierra Madre Occidental

En la Sierra Madre Occidental se ha generado desplazamiento por enfrentamientos entre grupos criminales y narcotráfico.

La invasión habría resultado un éxito, pero sus huellas los delataron.

Ese abril de 2012, un convoy de aliados criminales de Sonora, Chihuahua y Sinaloa se internó en la Sierra Madre Occidental para apoderarse del territorio norponiente de Choix, a cargo de Adelmo Núñez, alias “El Lemus” o “El 01”.

Disfrazados de soldados, caminaron por las accidentadas veredas, entre las coníferas de la montaña. Llevaban también algunos vehículos rotulados como unidades del Ejército. Sólo simulando ser militares y con el apoyo de Benito Portillo, antes aliado de “El Lemus”, podían moverse sin resistencia por el paisaje agreste.

De acuerdo con testimonios locales, la banda criminal local de “El Lemus” los habría visto y dejado pasar, pensando que eran del Ejército, pero luego vieron sus huellas: eran guaraches, y no botas de soldado.

Entonces, la alerta se envió por la radiocomunicación, y en la madrugada del 28 de abril, en el poblado serrano de Bacayopa, empezó la batalla por el control total de la sierra choicense entre dos grupos del Cártel de Sinaloa: los Portillo y los Núñez.

Este artículo fue realizado por Noreste y El Universal de México y es republicado en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación del ICFJ en alianza con CONNECTAS.

El choque armado capturó la atención de la prensa y, por lo tanto, del gobierno de Sinaloa. El informe oficial fue de 20 muertos, pero pobladores serranos dicen que fueron muchos más.

La batalla provocó el desplazamiento de algunas familias hacia la cabecera municipal de Choix, pero éstas regresaron pronto a sus comunidades y se creyó que el problema estaba resuelto.

La pugna, sin embargo, se prolongó por al menos un año y tres meses más, de manera lejana, distante, sorda, ya sin la atención de los medios ni del gobierno.

Los invasores, encabezados por Portillo y apoyados por grupos armados de Sonora y de Chihuahua, fueron cercados y replegados aún más arriba de la Sierra Madre Occidental, a unos mil metros sobre el nivel del mar. Fue entonces cuando se dio el desplazamiento masivo de la población civil que quedó atrapada en la refriega.

En julio de 2013, y obligados por la violencia, a las cabeceras municipales sinaloenses de Choix, El Fuerte y Ahome comenzaron a llegar desplazados internos de comunidades como La Culebra, la Judía, Corral Quemado, El Saucito, El Saucillo y la Cieneguita de Núñez, muchos de ellos indígenas rarámuris.

“En la parte alta de la sierra se dieron enfrentamientos entre los grupos que, de alguna manera, iban replegando a los que habían invadido”, narra un habitante de Choix que vivió el problema, y que su identidad se conserva en anonimato por seguridad.

El testigo continúa: “poco a poco los iban desplazando y ahí fue donde se dio el éxodo hacia acá (hacia Choix)”.

Actualmente, según testimonios de los pobladores, el equilibrio de fuerzas se restableció entre los grupos criminales del propio Cártel de Sinaloa. Habría un vencedor y un vencido.

Indistintamente del nuevo dueño del terreno, los verdaderos perdedores fueron los desplazados.

Los tres ataques del crimen

La aparición del fenómeno de desplazamiento forzado en la Sierra Madre Occidental coincide en tiempo con la estrategia de combate al narcotráfico del ex Presidente, Felipe Calderón, y con la escisión del Cártel de Sinaloa –cuando la banda de los Beltrán Leyva se desprendió de la organización criminal liderada por Joaquín “El Chapo” Guzmán, e Ismael “El Mayo” Zambada–.

Fue a finales de 2006 y a principios de 2007 cuando la administración de Felipe Calderón envió de lleno al Ejército a la misión “antinarco”, y en 2008 cuando se fracturó el cártel sinaloense.

Chihuahua y Sinaloa comparten la Sierra Madre Occidental y también los primeros lugares en homicidios. Sus posiciones varían pero, al menos en el último trienio, han encabezado los primeros sitios.

En 2013, y después del estado de Guerrero, la entidad sinaloense cerró en segundo lugar de homicidios dolosos, con una tasa de 41.2 casos por cada 100 mil habitantes, y Chihuahua en tercero, con 39.7, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Fue en los dos últimos años del sexenio de Calderón cuando el desplazamiento forzado se hizo más visible.

Un poblador de la comunidad de la Sierrita de Germán, Sinaloa de Leyva, que su nombre se reserva por seguridad, recuerda el arribo de los grupos armados.

“Subieron muchos carros con mucha gente, más de 100 personas, acamparon en Los Hornos, (Sinaloa de Leyva), ahí pasaron mucho tiempo, fue de esa manera que sometieron a los pobladores de Sierrita de Germán”, narra.

El lugareño menciona que en el pueblo vecino, Ocurague, no habían matado a nadie, pero sí llegaban a las tiendas, exigían gasolina, tomaban lo que deseaban y se iban sin pagar.

De acuerdo a los testimonios, quienes se dedican a la producción de mariguana y amapola buscan tierras con una fuente de agua cercana. No hay negociación, no hay compra-venta. La única intermediaria es la fuerza del fusil.

Según los datos que se pudieron documentar, en la Sierra Madre Occidental se ha generado desplazamiento por tres razones principales: 1. Enfrentamientos entre grupos criminales del mismo cártel, como en la sierra de Choix; 2. Porque una banda del crimen organizado, contraria al Cártel de Sinaloa, quiso apoderarse de la tierra, como los Beltrán Leyva y sus aliados en la sierra de Sinaloa de Leyva; 3. Porque algunos líderes gavilleros matan a vecinos y a familiares para quedarse con la tierra y el ganado, como es el caso de San Isidro, Durango.

En este último caso no están involucrados los grandes cárteles del narcotráfico, sino pequeños grupos armados independientes que igual pueden robar, asaltar, secuestrar, violar, asesinar, extorsionar o sembrar y vender droga, mejor conocidos como gavillas.

El botín verde y millonario

La extensión de mil 200 kilómetros de la Sierra Madre Occidental corre, de la frontera sur de Estados Unidos a Jalisco, México, de manera paralela a la costa del Pacífico, pero es en la zona montañosa de Sinaloa, Chihuahua y Durango donde se concentra la mayor producción de mariguana.

De acuerdo al Informe Sexenal 2007-2012 del Programa Nacional para el Control de Drogas implementado en el sexenio del Presidente, Felipe Calderón Hinojosa, esta área concentró el mayor número de cultivos de cannabis destruidos.

Con base en información del Sistema Estadístico Uniforme para el Análisis de la Delincuencia de la administración pasada, se erradicaron 97 mil 899 hectáreas de mariguana en 13 estados del país durante el gobierno de Calderón. El 71 por ciento correspondió a la sierra de Sinaloa, Chihuahua y Durango, con 69 mil 886 hectáreas.

El documento explica que una hectárea produce aproximadamente mil 200 kilogramos de mariguana, y que su precio en 2012 era de 80 dólares el kilo. Por lo tanto, el valor de la cannabis destruida en la zona de Sinaloa, Chihuahua y Durango en ese periodo, habría sido de 6 mil 709 millones 56 mil dólares, unos 87 mil 217 millones 728 mil pesos mexicanos, tomando el precio del dólar a 13 pesos. La cantidad es superior a la suma de los presupuestos de Sinaloa y Chihuahua en el año 2012.

Esta cantidad, que no incluye la destrucción de la amapola, muestra una parte del tamaño del negocio ilícito de la producción de mariguana en la Sierra Madre Occidental; negocio por el que se pelean metro a metro el territorio, y que ha generado miles de desplazamientos forzados.

La gavilla de durango

Hace siete años, 11 familias, incluida la de Ciriaco y sus siete hermanos, huyeron de su pueblo natal, un lugar de apenas 35 casas que se halla en la sierra de Durango.

Caminaron ocho horas rumbo a Santana y luego dos horas más hacia Cosalá, Sinaloa, donde lograron que una persona los trasladara en un vehículo hasta el lugar donde hoy se encuentran. Su nueva ubicación se reserva por seguridad.

Debajo de una techumbre que no tiene ni puertas ni ventanas ni paredes, Ciriaco relata que la gavilla mató a su hermano Natividad, y ahí, junto al cuerpo, dejaron una amenaza escrita que decía que si en 15 días no se iban del pueblo, habría otra víctima.

La familia no hizo caso, pasaron las semanas, los meses y nada sucedió, hasta que un mal día fue asesinado Mateo, otro de los ocho hermanos. Entonces emprendieron la huida.

• ¿Y por qué querían que se fueran?, se le pregunta a Ciriaco.

– Yo me imagino que por envidia, porque nosotros teníamos mucho ganado y ellos no tenían. Y por el terreno que había.

• ¿Se quedaron con su ganado y con su terreno?

– Todo. Sembrábamos maíz y frijol. -¿Ahora ellos siembran droga?

– Sí, están metidos.

• ¿El líder gavillero nació en su pueblo?

– Sí, ahí nació. Es sobrino de nosotros.

Crimen y desplazamiento

El desplazamiento forzado por la violencia en la Sierra Madre Occidental coincide en tiempo con la estrategia del sexenio calderonista del combate al narcotráfico, y con la escisión del Cártel de Sinaloa.

2006

– El Presidente Felipe Calderón Hinojosa emprende el combate al narcotráfico. El anuncio oficial lo hace en diciembre con un operativo dirigido a Michoacán.

2007

– Se ubica desplazamiento forzado en Ciudad Juárez, Chihuahua.

2008

– El Cártel de Sinaloa se fractura con la salida de los hermanos Beltrán Leyva, grupo criminal con fuerte influencia en el norte de la entidad sinaloense, y en varios estados del país.

2009

– Arturo Beltrán Leyva, líder de la organización criminal del mismo nombre, muere en un enfrentamiento contra la Marina, en Cuernavaca, Morelos.

2010

• Éxodo masivo de indígenas de Tierras Coloradas, Durango.

• Estiman que 700 familias huyen de la violencia en Durango, de acuerdo al documento Proyecto Piloto de Agencia Económica de las Mujeres Desplazadas por Violencia.

2011

– El desplazamiento interno forzado comienza a hacerse público en Sinaloa con el caso de los pobladores de El Tiro, Concordia.

2012

• Concluye el periodo del Presidente, Felipe Calderón Hinojosa, e inicia la Presidencia de Enrique Peña Nieto, que promete seguridad y cambiar la estrategia anticrimen. • Continúa el desplazamiento forzado en Sinaloa.

2013

– Rafael Caro Quintero es liberado por la justicia mexicana. Es conocido como “El jefe de jefes” de los capos del narcotráfico mexicano. Se le ubica como un negociador eficaz.

– Continúa el desplazamiento forzado en Sinaloa. 2014

– El 22 de febrero, la Marina captura a Joaquín “El Chapo” Guzmán en Mazatlán, Sinaloa.

– Desplazados mantienen condiciones de marginación en los municipios receptores de Sinaloa.



 

*Este reportaje fue realizado por Silber Meza, Francisco Cuamea, editado por El Universal y Noroeste, en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas del International Center for Journalists (ICFJ) en alianza con CONNECTAS.

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