Asesinato de Javier Valdez destapa las protestas de periodistas en México

En México están matando a los periodistas críticos y el gobierno no encuentra a los culpables de los asesinatos. El más reciente es el del sinaloense Javier Valdez Cárdenas.

Foto tomada de la cuenta de Twitter de Javier Valdez

Mientras en América Latina el número de periodistas asesinados en 2016 disminuyó considerablemente con respecto al año anterior –alrededor de un 20%-, en México la tendencia parece ir a contracorriente. De los treinta y nueve asesinatos, diez ocurrieron en Guatemala, cinco en Brasil, cuatro en Honduras, dos en El Salvador, uno en Perú, uno en Venezuela y en México fueron dieciséis, según la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas y la Federación Latinoamericana de Periodistas -CELAP. Un número que podría incrementarse este año en el país norteamericano, tomando en cuenta que solo hasta mayo van siete.

Apenas el 14 de mayo se conoció que un centenar de hombres armados retuvieron a siete periodistas en el estado sureño de Guerrero, justo cuando realizaban una cobertura informativa y los amenazaron con quemarlos vivos. Además, el 24 de marzo asesinaron en Chihuahua a Miroslava Breach, una periodista muy respetada que investigaba al crimen y a los políticos. El propio Valdez escribió sobre ello.

Estos hechos consecutivos, más los otros 32 asesinatos de periodistas sucedidos en el sexenio de Enrique Peña Nieto, detonaron la ira de la prensa mexicana. Una decena de medios, entre ellos Animal Político, Nexos y Noroeste anunciaron un paro informativo de 24 horas, un hecho inédito en la prensa nacional.

Javier se dedicaba a cubrir temas relacionados con el narcotráfico y con las víctimas que genera el narcotráfico: los asesinados, los secuestrados, los desaparecidos. Además, era autor de varios libros, como Miss Narco, Los Morros del Narco o Con una granada en la boca. El asesinato ha provocado manifestaciones diversas en el país y en el extranjero.

Era el periodista más afamado en toda la historia de Sinaloa, y uno de los más reconocidos de México. Javier era el referente número en Sinaloa para conocer sobre el crimen organizado. Para muchos corresponsales nacionales y extranjeros, un verdadero maestro. Además, poseía un carisma particular, se expresaba con las palabras que usaba la gente en la calle, sobre todo la gente de Sinaloa.
El 16 de mayo, el día siguiente a su muerte, decenas de periodistas en Sinaloa se manifestaron en las puertas de la oficina del gobernador del estado para exigirle que este crimen no quede en la impunidad, como que quedan el 99 por ciento de los asesinatos de periodistas en el país, según ha informado la organización de defensa de la libertad de expresión, Artículo 19.

Mientras en el mundo el asesinato de periodistas disminuye, según el último informe del Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), en México no dejan de incrementarse.

“La cifra de periodistas caídos en cumplimiento de su labor informativa en 2016 va camino a descender de los recientes niveles récord, pues una cantidad menor de periodistas fueron asesinados (…) Al menos 48 periodistas murieron en relación con el ejercicio de la profesión entre el 1 de enero y el 15 de diciembre de 2016″, se lee en el sitio oficial de la organización internacional.

“El homicidio de Valdez se da en la peor crisis de violencia contra la prensa en los últimos 10 años. Durante la administración de Enrique Peña Nieto se han asesinado a 34 periodistas. Tan solo 2017 seis periodistas han sido privados de la vida. Esto representa que cada 12 días matan a un periodista en México”, se lee en un comunicado de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

La presión escaló tanto que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se vio obligado a reunirse con todos los gobernadores de los estados federados para lanzar acciones de emergencia de protección a periodistas. Sin embargo, estas medidas fueron consideradas tibias e insuficientes por buena parte de los periodistas. Se enfocaron en asignar más recursos a mecanismos de protección que no han dado resultado.

La aparición de Peña Nieto fue tan atípica, que Javier Garza Ramos, periodista mexicano consultor de la Asociación Mundial de Periódicos (WAN-IFRA), reclamó que el presidente apenas se da cuenta que en México se matan periodistas.

“A principios de mayo, una carta de la Asociación Mundial de Periódicos (WAN-IFRA) y el Foro Mundial de Editores (WEF), advirtió a Peña Nieto que las instituciones mexicanas ya no parecían capaces de detener los crímenes contra periodistas ni garantizar la libertad de prensa. Luego, en una reunión con representantes del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) a principios de mayo Peña Nieto admitió esta realidad al ofrecer sustituir al titular de la fiscalía. 10 días después de esa reunión fue asesinado Valdez. El problema, claramente, no era de personas, sino de instituciones, pero como cambiar instituciones es más difícil, pues mejor cambiar a la persona para que parezca que se hace algo”, se lee en su artículo publicado en El País.

Así, los periodistas mexicanos se encuentran en una especie de “tormenta perfecta”. Por un lado, el gobierno que no investiga y que en muchos de los casos agrede a los periodistas, por otro el crimen que asesina e intimida, y por otro una sociedad que no parece totalmente convencida de la necesidad de defender al periodismo, a los periodistas y a su derecho a estar informada.

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