IPYS Venezuela. Luego de una larga deliberación, el jurado del VII Concurso Nacional de Periodismo de investigación IPYS Venezuela, decidió entregar el primer premio a un conjunto de reportajes, que produjo el equipo de investigación del portal de noticias Contrapunto, titulado Biografía Misión Vivienda: testimonios, cifras y desafíos.
Elaborado por Lorena Meléndez, Vanessa Moreno, Valentina Oropeza y Yorman Guerrero, el trabajo “no solo profundiza en torno a la dramática situación que viven los beneficiarios de este programa social, sino que además los expertos consultados desmienten la promesa del gobierno, con fines electorales, de construir en seis meses 240.888 unidades habitacionales para llegar al millón en seis meses. La serie también señala la falta de titularidad sobre las viviendas. “Viven sin títulos de propiedad y a veces ni siquiera saben en qué banco pueden pagar por sus casas y apartamentos”.
La serie cuenta también con un “excelente sistema de manejo de datos”, donde el lector puede ver claramente todo lo concerniente a las cifras relacionadas co el plan social. Según el veredicto, este trabajo destaca por “la labor de equipo de tres reporteras y un reportero, quienes gracias a la búsqueda persistente de información y al trabajo de campo, basados en entrevistas, observación directa y verificación in situ, documentó de manera sistemática las fallas en el proyecto habitacional bandera en Venezuela, y retrató el impacto que esas falencias tienen sobre sus beneficiarios en aspectos de infraestructura, así como de seguridad y propiedad de la vivienda”.
El jurado decidió otorgar el segundo premio a Familia zuliana guisó $455 millones “preferenciales” en contratos a dedo con el Seguro Social (RUNRUNES), por Lisseth Boon, un trabajo que, según el veredicto, “hace uso de las técnicas de periodismo de datos para revelar la existencia de una red de empresas familiares que logró de manera irregular multimillonarios contratos para la venta de insumos para las seguridad social, con acceso privilegiado a dólares preferenciales”.
Se declaró un empate en el tercer lugar para dos trabajos. @Conatel elaboró informes para el @Sebin_oficial sobre tuiteros detenidos (RUNRUNES), de Jesús Alberto Yajure, revela mediante documentos oficiales la connivencia entre el organismo rector de las telecomunicaciones y el servicio de inteligencia venezolano. Así, pone al descubierto uno de los lados más sombríos del estado de vigilancia gubernamental al que son sometidos los usuarios de las redes sociales, en particular Twitter.
El otro reportaje, La Maternidad marchó con el Batallón 51 a la mortalidad (TalCual), de Katherine Pennacchio, “logra a través de una labor exhaustiva de campo y de solicitudes de información pública, establecer los vínculos entre una política pública del gobierno central para formar médicos en Cuba y el consecuente salto de los niveles de mortalidad neonatal en la principal maternidad venezolana”.
Asimismo, se entregaron dos menciones especiales. Una de ellas, Una epidemia de sida está diezmando a los indígenas warao del Delta del Orinoco (Armandoinfo), destaca por su trabajo de campo a fondo y por el empeño en reconstruir una tragedia de salud ignorada que azota a un pueblo originario de Venezuela. Su autora, Minerva Vitti, es egresada del Programa de Estudios Avanzados de Periodismo de Investigación, que adelantan Ipys Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello. El otro reconocimiento corresponde a Peravia: la quiebra que destapó una trama de irregularidades (Contrapunto), de Suhelis Tejero Puntes, y “resalta por el acceso a fuentes documentales y vivas relevantes que permitieron un inédito retrato de operaciones financieras fraudulentas que afectaron a ciudadanos e instituciones venezolanas en República Dominicana”.
Marianela Balbi, directora ejecutiva del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela, Ipys Venezuela, resaltó el modo en que los periodistas venezolanos se enfrentan cotidianamente a los escollos de una sociedad que en este momento es adversa al ejercicio. “Los reporteros venezolanos, en ese contexto de oscuridad, han encontrado fórmulas para prevalecer y para mantener vivo un periodismo de investigación conectado con las grandes preocupaciones nacionales. A las generaciones de reporteros veteranos se han sumado nuevos profesionales que hacen vislumbrar un futuro periodístico del cual la gente común sabrá sentirse orgullosa. Los periodistas persisten desde sus distintos espacios: ya en medios amenazados con la asfixia o la retaliación o bien desde nuevos emprendimientos digitales que han refrescado el ecosistema de medios de Venezuela”.
Los miembros del jurado también resaltaron “el avance en la calidad investigativa de los periodistas venezolanos, quienes han perseverado para superar los obstáculos de acceso a la información, los riesgos de seguridad personal y las presiones del entorno, para revelar historias de interés público”. Y, por último, exhortan a los periodistas a “dar pasos cada vez mayores para profundizar en sus trabajos, en la búsqueda documental y de campo y en el contraste con todas las fuentes involucradas, de modo que sus productos sean más completos y trasciendan los panoramas descriptivos, la mera exposición de datos o la elaboración de investigaciones que omiten a los seres humanos afectados”.
Sandra Crucianelli (Argentina), Emilia Díaz-Struck (Venezuela), Carlos Eduardo Huertas (director de la plataforma de periodismo investigativo CONNECTAS, Colombia) y Boris Muñoz (Venezuela), integraron este año el jurado que deliberó con base en 35 postulaciones.
Marianela Balbi aseguró que Ipys seguirá con su norte fijo en el trabajo de apoyar la formación y el entrenamiento de los reporteros y editores, a través de cursos y talleres, y con el estímulo al mejor periodismo de investigación.